Te soñé, y al principio estuviste junto a mí, como el calor que irradia el sol a nuestra piel,
paseábamos en un colegio muy grande, conocido muy bien para mí, caminábamos junto a muchos conocidos y desconocidos que nos miraban, paseábamos por los lugares y rincones más preciosos y oscuros del lugar, mirábamos gente alegre y triste, árboles y flores, aves y el cielo azul que en ocasiones dejaba entrever los rayos del sol que golpeaban directo nuestros rostros.
Al mirar tu tez hermosa y blanca, se dibujaba una hermosa sonrisa que como si fuese la luz de los ángeles, iluminaba mi día y el de nuestros acompañantes; disfrutábamos, nos reíamos, recordábamos momentos felices de un último momento compartido en un almuerzo de premiación, hasta que, hubo un momento en el que al voltearme no te vi y ese fue mi momento de tristeza, al saber que no estabas junto a mí, pregunté a los acompañantes por tu lugar de presencia y me dijeron que no sabían, que la última vez que te vieron fue antes de pasar el bar de la institución, entonces pedí que se adelanten a la salida hasta irte a buscar, recorrí aquel sitio de arriba hasta abajo, desde lo más cercano hasta lo más lejano, miré rostros conocidos que miraban mi aflicción por haber perdido a alguien importante en mi vida, me miraban y se preguntaban del porqué de tanta tristeza que marcaba mi rostro, incluso hacían la vista a un lado, como sintiendo vergüenza ajena, en cambio mi ser tenía la esperanza loca de encontrarte, de volverte a ver, de sentir tu cálida mano caminando junto a mí, de sentir tu presencia que reconforta mi ser, pero oh!!!, la gran decepción, saber que anduve por horas rondando sitios y lugares, que incluso habían cambiado y aumentado en estos años, tuve que resignarme a perderte, el saber que no te pude encontrar partió mi fragmentado corazón en más pedazos aún, y saber que no te vería más por el resto del viaje astral, me puso triste, hasta el punto de aparecer mis demonios de la soledad que aún siguen y seguirán vigentes hasta cuando la vida y el creador me permitan compartir en este mundo trivial.
Al despertar, no entendía el porque, de este aviso, no veía relación alguna con la realidad latente en mi espacio tiempo, pensé que fue otro sueño más, que aumenta mi colección de anhelos y vivencias transformados en ideologías por mi subconsciente, hasta que, vi la luz al final del túnel, y comprendí que aquello no era uno más, sino más bien un presagio de lo que vendría y llegó...
Hemos compartido muchas horas bellas, hemos escuchado cosas que nos gustan y disgustan, detalles que nos apasionan y frases que enamoran, hemos dialogado por horas sin darnos cuenta del tiempo a nuestro alrededor, hemos escuchado penas y alegrías de uno y otro, hemos discutido por errores cometidos, hemos aprendido juntos cosas que jamás imaginamos, nos dimos momentos gratos e ingratos que a la final nos reconfortaban los sonidos y los silencios, juntos encontramos un sentimiento que aparece en el mundo como imposible, juntos llevamos una carga a cuestas en el valle de la vida en el que muchos dirán que se traicionó la confianza, y que obviamente las diferencias son latentes, muchos no entenderán que no se que moviste en mí o que me hiciste para estar como estoy, hay una parte de mí que quiere salir corriendo y gritar mi sentimiento al viento para que la vida se encargue de llevárselo a los dioses de la felicidad y me permitan exponer libremente mis sentimientos, pero no, aquí estuvo mi respuesta, es mi maldición o mi bendición, simplemente fue un aviso de tu alejamiento, que lo estamos viviendo sin mayor explicación, van días en los que no escucho tu majestuosa voz, parecen años que no te he vuelto a ver, y obviamente extraño escucharte sonreír o enojarte, la verdad es que te agradezco a ti y a la vida, por enseñarme lo obvio, la enseñanza está dispuesta a cuando tú te vayas definitivamente de mí, te agradezco mucho, porque tú eres mi maestra favorita y me estás enseñando a dejarte volar y tener una vida hermosa y digna y que la mía se transforme en un muy bonito recuerdo del sentimiento que me diste y que en mí despertaste, aquí quiero dejar sentado un escrito de un loco soñador que un día prometió algo y lo cumplirá por la eternidad.
Saber que el sentimiento existe, saber que lo que siento es real, saber que la vida no me premiará con un regalo tan preciado como lo eres tú, es mi cruz que la llevo a cuestas, saber que en mi vida ingresaste como dueña absoluta, me hace la persona más feliz del planeta, te agradezco por todo, ILYM.
